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  • Foto del escritorSarita Romero Evans

Priorizar ante todo una estrategia de recuperación


Estados Unidos apuesta primero por una “estrategia de recuperación", la prudencia fiscal y monetaria puede esperar.

El miércoles pasado Joe Biden fue investido como el 46° presidente de los Estados Unidos. En el período previo a dicho evento, se dieron a conocer más detalles sobre su paquete de estímulo planeado de USD 1,9 billones. Incluirá un aumento de los beneficios federales de desempleo a USD 400 por semana y los extenderá hasta septiembre, al mismo tiempo que hará pagos directos en efectivo de USD 1.400 para (hasta) 150 millones de estadounidenses.


También pide USD 350 mil millones en ayuda para los gobiernos estatales y locales, USD 70 mil millones para pruebas de COVID, programas de vacunación, y un aumento en el salario mínimo federal a USD 15 la hora. El próximo problema para los mercados es el momento...


¿Cuándo se podrán percibir estos estímulos monetarios en la economía real? Los mercados seguirán de cerca el progreso de este proyecto de ley en el Congreso. También vimos la confirmación de Janet Yellen (anterior presidenta de la Reserva Federal) como Secretaria del Tesoro, quien arrojó algo de luz sobre las prioridades económicas del presidente Biden. A pesar de la carga de la deuda estadounidense, Yellen dijo estar alineada al presidente en un deseo de "actuar en grande" cuando se trata de estímulos. En un período de inflación y tasas de interés históricamente bajas, ella cree que los beneficios a largo plazo superarán los costos (y riesgos) de una mayor deuda pública. Janet agregó que llegará el momento de hablar sobre la deuda, pero luego de que la economía estadounidense se haya recuperado de esta pandemia. En otras palabras: recuperación primero, probidad fiscal después. ¿Cuánto tiempo después?, eso nadie lo sabe. Por otro lado, es esperable que Biden favorezca algunos aumentos de impuestos para financiar su ambiciosa agenda de gastos internos. También hay en el horizonte moderados aumentos de impuestos fuera de Estados Unidos. La mayoría de las principales economías han gastado mucho para hacer frente a la pandemia y enfrentarán presiones para recuperar parte de este gasto mediante impuestos más altos. Pero este será un acto de equilibrio; ya que aumentar demasiado los impuestos puede acabar con cualquier recuperación económica posterior a COVID.


La economía china se sigue destacando. Los datos oficiales chinos informaron un crecimiento económico del + 6,5% interanual en el cuarto trimestre de 2020, superando el consenso del mercado de un crecimiento del + 6,1% y basándose en el aumento del + 4,9% del tercer trimestre de 2020. El PIB durante el mismo año creció un + 2,3%, superando también las expectativas.


Esto coloca a China como la única potencia económica importante que evitó la contracción económica en 2020, mientras el resto del mundo continúa lidiando con la pandemia. Otros datos macroeconómicos recientes de China respaldan aún más esta visión de rentabilidad relativa superior. La inversión en activos fijos aumentó un + 2,9% interanual en 2020. La producción industrial aumentó un + 7,3% interanual, el más alto desde junio de 2017, superando una vez más las expectativas. Estos son números que Europa y Estados Unidos solo pueden esperar en el mejor de los escenarios, hoy ambos luchan por salir de los impactos económicos de la "segunda ola".



Fuentes: Bloomberg, Yahoo Finance, Marketwatch, MSCI

 

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