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  • Foto del escritorSarita Romero Evans

La economía tiene viento a su favor: ¡At Last!

China comienza a re-abrirse, señores.


La segunda potencia económica mundial finalmente está relajando su política de tolerancia cero frente al virus. El recién pasado 1 de junio, Shanghái levantó una serie de restricciones de cara a negocios y libertades personales. En Pekín, se ha reabierto parte de la red de transporte público de la ciudad, así como los centros comerciales y otros lugares públicos. Esto llega tras meses de castigos y en respuesta a la estabilización de los niveles de infección en las últimas semanas.

¿Es posible que las autoridades chinas estén abriendo sus puertas porque no queda otra opción? El daño económico de los cierres ha sido considerable. Un dato reciente mostró que, en abril, los beneficios de las empresas industriales cayeron un 8,5% interanual, su mayor descenso en dos años.

Ahora, el gobierno chino también se está volcando en el estímulo. Las autoridades de Shanghái anunciaron que están tomando medidas para impulsar la recuperación económica, como la flexibilización de los requisitos para los test, una reanudación de la fabricación, rebajas fiscales, la autorización acelerada de proyectos inmobiliarios y los incentivos a la compra de automóviles, entre otros. Además, el mismo anunció que reduciría el impuesto para los automóviles.

Ha tardado más de lo esperado, pero el estancamiento económico autoimpuesto en China puede estar desapareciendo, lo que es una buena noticia para una economía mundial que está siendo golpeada por múltiples vientos en contra.


La inflación general de EE.UU. disminuye, pero era de esperar.

La inflación sigue acaparando los titulares en Estados Unidos. La tasa de inflación subyacente anual, que excluye los precios de los alimentos y la energía, se redujo al 6,2% en abril. Se esperaba este descenso de la tasa general. Los datos de la inflación suelen presentarse en términos interanuales, es decir, comparando los precios actuales con los de hace un año. Una tasa del 5%, por ejemplo, indica que el nivel medio de los precios ha subido un 5% con respecto a la misma época hace un año.

A medida que avance el año, los datos de inflación se compararán con los niveles de precios de 2021, cuando empezamos a ver que los precios subían de forma significativa. Este "efecto base" significa que cabe esperar que la tasa de inflación general disminuya. Cualquier descenso es bienvenido, pero no cuenta toda la historia.

Lo que importa ahora es hasta dónde descenderá la inflación. ¿Volvemos al 2-3%, o podemos esperar niveles más altos durante más tiempo?

La respuesta a esta pregunta determinará los tipos de interés, la política monetaria, la política fiscal y el comportamiento de los mercados financieros durante el resto de 2022.




Fuentes: Bloomberg, Yahoo Finance, Marketwatch, MSCI.

 

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